

Los precios aumentan desaforadamente, sin saber que se puede hacer con el salario, cada vez más depreciado por el alza del dólar en las últimas semanas.
A las puertas de una carnicería la mujer se quejaba del precio de la carne, que en Cabudare una ciudad del estado Lara, la carne había llegado a los 52 bolívares por kilo. No puede, ser si la semana antes pasada estaba a 36, Y ahora cómo haré con las proteínas de mis hijos, decía la mujer, regañando al carnicero que esbozaba una sonrisa sin saber que contestar.
Pues sí, así es, según la firma Econanalítica dirigida por el conocido economista Asdrúbal Oliverios quien daba cuenta en una reciente presentación del aumento de los precios.
Al comparar con el estado de los precios hace tres años, nos encontramos con que los productos que se podían comprar en aquel entonces con 100 dólares, hoy necesitamos 500 dólares para comprar esos mismos productos.
A principio de este año 2022 los precios parecían estabilizarse con respecto a los años anteriores, aparentemente dejando atrás el ciclo hiperinflacionario que había azotado el bolsillo del ciudadano durante cuatro años.
Cuando en el mes de agosto de este año 2022 resurge nuevamente la preocupación, al registrarse una peligrosa aceleración de los precios, alcanzando la cifra más alta en lo que va del presente año 17,3%.
Indicando con ello como se ha deteriorado el ingreso del venezolano, obligados a estirar los ingresos, la mayoría de las veces disminuyendo la adquisición de algunos productos y en otros casos, erradicándolo de la dieta familiar, como ocurre con la carne, que ha adquirido precios inaccesibles para la mayoría de los hogares.
La alarmante situación se comprende aún con mayor claridad con algunas cifras otorgadas por Oliveros.
Oliveros señaló que el recorte del salario ha afectado seriamente el bolsillo del ciudadano, sobre todo teniendo en cuenta que el 56% de aquellos que devengan un ingreso lo tienen en el orden de los 100 dólares.
Algo mejor entre 100 y 300 dólares de ingreso, está reservado sólo para el 32,9%% de los trabajadores.
Mientras que sólo el 3,8% de los trabajadores del país obtienen un salario mensual entre 300 y 600 dólares.
Aquellos situados en el grupo más bajo de ingreso que son el 56,2% dirigen más de la mitad de sus ingresos a la adquisición de alimentos, mientras que el 13,5% se destina a la compra de medicamentos.
La situación se agrava más, cuando observamos a aquellos que dependen de un salario mínimo integral ajustado, en el mes de marzo, del que depende un sector importante del país como los jubilados. El monto de este salario llega a los 130 bolívares (16 dólares de acuerdo al tipo de cambio oficial), mientras que la Canasta Alimentaria Familiar alcanzó un record de 392 dólares en julio. La pregunta inevitable que el estudio no consta, es como comen los destinatarios de estos ingresos.
Con Información de: LaVerdad
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