

Benedicto XVI será velado en la capilla de la Mater Ecclesiae, junto a un pesebre, vistiendo ornamentos rojos. Las visitas comenzaran a las 9 de la mañana del 2 de enero y durante otros tres días, hasta el funeral del 5 de enero, el cuerpo estará expuesto en la basílica de San Pedro para la veneración de los fieles. El Papa Bergoglio fue el primero en visitar al difunto que, según contaron quienes le asistieron en los últimos minutos de su vida, murió con gran serenidad. El Pontífice rezó junto al cuerpo.
Aplausos y banderas en la Plaza de San Pedro
El Papa Francisco, ya en la Misa de esta mañana en la Basílica Vaticana recordó a su predecesor, encomendándolo a la intercesión de la Virgen María. De nuevo en el Ángelus, a los 40.000 fieles presentes en la Plaza de San Pedro, les pidió que rezaran, unidos, por su alma, citando también el programa de la RAI «A Sua Immagine» en el que se mostraban imágenes de la «actividad» y la «vida» de Joseph Ratzinger. A sus palabras siguieron los aplausos de los presentes en la plaza, desde donde ondeaban banderas alemanas o con el nombre de «Benedicto XVI».
Gracias a Dios por Benedicto XVI «fiel servidor del Evangelio y de la Iglesia»
«En estas horas invocamos tu intercesión en particular por el Papa emérito Benedicto XVI, que dejó este mundo ayer por la mañana. Todos nos unimos, con un solo corazón y una sola alma, para dar gracias a Dios por el don de este fiel servidor del Evangelio y de la Iglesia».
Con palabras de sincero afecto, Francisco condensó su dolor por el fallecimiento de su predecesor, pero también su gratitud por el hombre al que, ya en el Te Deum de ayer, había calificado de «don para la Iglesia y para el mundo». Benedicto, «el buen abuelo», el «padre» y «hermano», como lo había definido en estos años de pontificado, falleció ayer por la mañana y la Sala de Prensa del Vaticano difundió hace unos minutos imágenes del cuerpo del Pontífice emérito que «descansa» en la capilla del Monasterio Mater Ecclesiae, la estructura en los Jardines Vaticanos, a pocos pasos de la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes, que Ratzinger había elegido como residencia tras renunciar al ministerio pretinó en 2013.
Con Información de: Vatican News
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