

Cientos de empresas extranjeras que anunciaron sus planes de abandonar Rusia quedaron «atascadas» en el país debido a las nuevas reglas, dice Financial Times.
Desde el 27 de marzo, las empresas de los llamados países no amigos que quieran vender sus activos en Rusia necesitan la aprobación de la respectiva comisión de contratos de venta y también deben pagar una tarifa de entre el 5% y el 10% del valor de mercado de los activos vendidos.
De las aproximadamente 1.400 empresas extranjeras afectadas por la ley, solo 206 lograron vender todos sus activos en Rusia antes de que la ley entrara en vigor.
Quienes planeen salir del país deben tener en cuenta que la comisión actualmente procesa alrededor de 20 solicitudes de aprobación de contratos de compraventa por mes, por lo que esperar la aprobación puede llevar años.
Al mismo tiempo, el gobierno ruso promete apoyo adicional a las empresas extranjeras que ingresen o permanezcan en el mercado ruso.
También leer: Si Rusia teme a los proyectiles de Uranio que retire…